Los libros: una manera de expresarse

Los libros son una conversación, un diálogo entre el autor y sus lectores. Una relación que se plantea de a dos: el que lee como el que escribe se comprometen en este acuerdo. Algunas veces, expresan un sentimiento, otras, nos narran una historia que leemos de principio a fin y nos ofrece la oportunidad de seguir la vida de sus personajes enfrentados a determinadas situaciones. También, se escriben para decir lo que se siente en relación a un tema determinado. Conversamos con la escritora chilena, Sara Bertrand, autora de libros infantiles y juveniles para que nos contara su experiencia en relación a este tema.

image (4)Bertrand nos contó cómo a través de la literatura ella se permite hablar sobre los temas que le interesan y cómo se inspiró para escribir distintas novelas, dijo: “La literatura para mi es la
forma en que me expreso y comprendo el mundo. De algún modo, siento, que al escribirlas se ordenan las cosas que ocurren en la vida. La inspiración para escribir algo, puede venir de una sensación, una palabra, una frase, algo que me llama la atención o me provoca.” Según sus palabras, entonces, podemos comprender que la inspiración para escribir una historia puede venir de algo que te pasó o que te llamó la atención y que, mediante la escritura, se elabora en forma de discurso o diálogo, ya sea que quieras trasmitir lo que sientes o un mensaje que quieras expresar.

Le preguntamos acerca de los temas que escriben los autores y por qué algunos repiten muchas de sus temáticas al escribir y ella nos contó: “Los escritores están preparados para hablar de diferentes temas, porque uno lee, estudia, investiga, piensa que escribir es un oficio al que debes dedicarle muchas horas de lectura, pero, por lo general los escritores tienen temas a los que suelen volver, preguntas que no te abandonan y que están detrás de muchas de tus historias. A mi, por ejemplo, me gustan mucho los temas relacionados con la infancia y me provoca una conversación. También, hablar sobre la muerte, pienso que eso tiene que ver con mi experiencia personal y, de algún modo, esa ha sido una pregunta que me ha acompañado lo largo de mi vida. El amor también es un tema recurrente para mi, le he dado vueltas de distintas maneras: qué esperas cuando te enamoras, qué cosas se ponen en juego cuando hay una relación de a dos.”

image (5)Le preguntamos a la escritora si es que los libros, necesariamente, tienen que tener un mensaje o moraleja, como las fábulas que leíamos de pequeños. Ella nos respondió que no necesariamente. Que a veces, dijo, los libros no aspiran a transmitir una enseñanza, sino más bien buscan levantar preguntas en el lector, movilizarlo, sobre todo pensando que la lectura ocurre en silencio y en ese pacto entre dos personas: el lector y quien escribe. Nos dijo: “Personalmente, te diría que lo primero que busco es generar una conversación, un diálogo en torno al tema que está en el trasfondo de la historia que se está narrando. Segundo, a motivar muchas preguntas, que el lector se cuestione, se interrogue a cerca de su propia vida, de sus propias circunstancias.” De las palabras de Bertrand, entendimos que la lectura es personal, pues involucra la propia experiencia y que hay veces que el mensaje que se quiere trasmitir es interpretado de diferentes maneras, ya que cada persona tiene vivencias distintas.

Por último, quisimos conocer el origen de esas historias, ¿cómo nace una novela? Nos contó que en su caso, las novelas generalmente parten por una conversación que me gustaría sostener o que he tenido. Que las historias, aunque sean infantiles y juveniles, siempre buscan dialogar con el contexto, con el momento histórico en que ellas se insertan.

De la conversación con la escritora, concluimos que los libros son una forma expresión que utiliza la palabra como medio de transporte; que es a través de ellas que se crea un mundo, un relato o narración, en donde el ser humano expresa lo que siente y en donde da a conocer el momento en que vive.

#BadalonAsesino

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